Slow Beauty, un cambio de actitud en la búsqueda de la belleza.

Una tendencia que busca alcanzar el bienestar interno en nuestro día a día. Su objetivo es promover una filosofía de la belleza conectada tanto con el medioambiente (usar menos productos, productos sostenibles, etc.) como con uno mismo (simplificar, tomarse un momento de pausa, de cuidado personal).

Es un concepto innovador que hace referencia a un cambio de hábitos, a tomarnos la vida con calma, despacio, disfrutando cada momento y viviendo acorde a nuestros valores. Podríamos decir que es la otra cara de la cosmética que busca la inmediatez, que promete resultados inmediatos y olvida su esencia natural. Esta tendencia te lleva a entregarte a un estilo de vida sano, seleccionar aquellos productos y técnicas que te hagan sentir bien, que sean lo más naturales y saludables para tu cuerpo y mente. 

¿Cuáles son las claves de esta tendencia?

• Elegir cosméticos que despierten tus sentidos: tacto, vista, olfato, con ingredientes lo más naturales posibles. 

• Elegir productos que se adapten a tu piel y necesidades específicas, lo que creas que funciona mejor para vos, lo que te hace sentir bien.

• Dedicarnos tiempo a nosotras mismas, con calma, con tranquilidad. El masaje es el gran aliado de esta tendencia de belleza para relajar el cuerpo y la mente buscando bienestar. 

• Cuidar los detalles para que la experiencia sea lo más agradable posible, desde el trato, la calidez, la música, los aromas, las velas y el entorno. Una práctica que implica también utilizar productos con ingredientes que provengan de extractos de plantas, aceites manufacturados con procesos artesanales, sin olvidar la sustentabilidad de la fórmula, el packaging y el proceso de fabricación.

En resumen, vivir con calma, con detenimiento, adoptar un ritmo pausado y ser respetuosos con nuestro entorno y nuestro cuerpo es seguir la filosofía Slow Beauty.

¡Da el paso Slow, da el paso a lo natural!